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Probate
La legalización de testamentos (Probate) es el proceso legal supervisado por un tribunal que se lleva a cabo después de que una persona fallece para administrar y distribuir su patrimonio. Implica validar el testamento del fallecido (si existe), nombrar a un albacea o administrador para manejar el patrimonio, pagar cualquier deuda o impuesto pendiente y distribuir los activos restantes a los beneficiarios legítimos.
Puntos clave sobre la legalización de testamentos incluyen:
- Se aplica a la propiedad que era propiedad exclusiva del fallecido y que no se transfiere automáticamente a otros mediante mecanismos como la copropiedad, fideicomisos o beneficiarios nombrados en pólizas de seguro.
- El tribunal de legalización revisa la autenticidad del testamento y supervisa la administración del patrimonio.
- Si no hay testamento, la legalización aún se realiza para nombrar un administrador y distribuir los activos conforme a la ley estatal.
- El albacea o representante personal es responsable de reunir los activos, pagar las deudas y distribuir el patrimonio según lo indicado en el testamento o la ley.
- Los procedimientos y requisitos de la legalización varían según el estado y la localidad, incluyendo los plazos y las normas del tribunal.
- La legalización a veces puede evitarse o simplificarse mediante herramientas de planificación patrimonial como fideicomisos o copropiedad.
En resumen, la legalización de testamentos es el proceso legal formal que asegura que los activos de una persona fallecida sean debidamente contabilizados, las deudas pagadas y la propiedad transferida a los herederos o beneficiarios bajo la supervisión del tribunal.