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Inheritance Act
La Ley de Sucesiones generalmente se refiere a la legislación que regula cómo se distribuye el patrimonio de una persona fallecida, especialmente cuando el testamento no hace una provisión financiera razonable para ciertos miembros de la familia o dependientes.
Específicamente, en Inglaterra y Gales, la Inheritance (Provision for Family and Dependants) Act 1975 permite que ciertas personas—como un cónyuge, ex cónyuge, hijo u otros dependientes—presenten una reclamación contra el patrimonio del fallecido si consideran que no se les ha proporcionado un apoyo financiero razonable a través del testamento o bajo las normas de sucesión intestada. El tribunal puede entonces ordenar una redistribución del patrimonio para asegurar que se haga una provisión justa para estos reclamantes. Esta Ley se aplica independientemente de lo que establezca el testamento o si no existe testamento alguno.
Puntos clave sobre la Ley de Sucesiones de 1975 incluyen:
- Faculta a los tribunales para modificar la distribución de un patrimonio con el fin de proveer a los miembros de la familia o dependientes que no han sido adecuadamente atendidos.
- La provisión financiera razonable puede incluir activos monetarios u otros bienes del patrimonio, incluidos aquellos que se hayan dispuesto dentro de los seis años previos al fallecimiento.
- La Ley fue introducida para mejorar las leyes anteriores de provisión familiar y ha sido enmendada para reflejar cambios como las uniones civiles.
En un sentido más amplio, las leyes de herencia (incluidas las leyes de sucesión intestada) determinan cómo se transmite la propiedad cuando alguien muere, ya sea con o sin testamento. Estas leyes varían según la jurisdicción, pero típicamente priorizan a los cónyuges, hijos y parientes cercanos. Si no existen herederos elegibles, el patrimonio puede pasar al estado.
En resumen, la Ley de Sucesiones es un marco legal diseñado para asegurar que los dependientes y familiares cercanos reciban una provisión financiera justa del patrimonio de una persona fallecida, especialmente cuando el testamento o las normas de sucesión intestada no lo hacen adecuadamente.