Domestic Abuse

El abuso doméstico es un patrón o incidente de comportamiento controlador, coercitivo, amenazante, degradante y violento, incluida la violencia sexual, generalmente perpetrado por una pareja, ex pareja, miembro de la familia o cuidador. Es una forma de abuso en la que una persona busca obtener o mantener poder y control sobre otra en una relación íntima o familiar.

El abuso doméstico puede manifestarse de muchas formas, incluyendo pero no limitado a:

• Abuso físico: golpes, puñetazos, patadas u otros actos violentos.
• Abuso sexual: incluyendo violación o cualquier acto sexual no consensuado.
• Abuso psicológico o emocional: intimidación, humillación, aislamiento, amenazas y manipulación.
• Control coercitivo: un patrón de intimidación, degradación, aislamiento y control que a menudo implica amenazas o uso de violencia.
• Abuso financiero o económico: control de las finanzas, retención de dinero o impedir que alguien gane dinero.
• Acoso y acecho: incluyendo abuso en línea o digital como la supervisión de comunicaciones o redes sociales.
• Amenazas de dañar a la víctima o a sus familiares o mascotas.

El abuso doméstico puede ocurrir dentro o fuera del hogar, por teléfono, en línea o a través de redes sociales, y puede continuar incluso después de que una relación haya terminado. Afecta a personas de todos los géneros, pero la mayoría de las víctimas son mujeres, y la mayoría de los agresores son hombres.

El impacto del abuso doméstico es profundo, afectando no solo al sobreviviente individual sino también a los niños y las familias. Ser testigo de abuso doméstico se considera una forma de abuso infantil debido a sus efectos emocionales y psicológicos dañinos en los niños.

En resumen, el abuso doméstico es un problema serio y multifacético que involucra una variedad de comportamientos abusivos destinados a controlar y dañar a otra persona dentro de relaciones íntimas o familiares.