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Un testamento, también conocido como última voluntad y testamento, es un documento legal en el que una persona declara cómo desea que se distribuyan sus bienes y activos después de su fallecimiento. También puede incluir otras instrucciones importantes, como nombrar tutores para hijos menores y especificar preferencias para los arreglos funerarios.

Los aspectos clave de un testamento incluyen:

• Distribución de bienes: Especifica quién heredará sus propiedades, ya sean familiares, amigos o entidades benéficas.
• Nombramiento del albacea: Designa a una persona responsable de asegurar que se cumplan las instrucciones del testamento.
• Tutela: Designa tutores para cualquier hijo menor de edad.
• Requisitos legales: Por lo general, debe estar firmado, fechado y ser presenciado por usualmente dos adultos que no sean beneficiarios para que sea válido.

Un testamento solo entra en vigor tras el fallecimiento de la persona que lo hizo y regula la distribución de los bienes que forman parte del patrimonio sujeto a sucesión. No controla los bienes que se transfieren fuera del proceso sucesorio, como la propiedad conjunta o cuentas con beneficiarios designados.

En resumen, un testamento es una herramienta esencial de planificación patrimonial que garantiza que sus deseos respecto a sus bienes y dependientes se respeten después de su muerte, ayudando a evitar conflictos entre herederos y proporcionando instrucciones claras para el manejo de su patrimonio.