Refusal Penalties

Las penalizaciones por negativa se refieren a las consecuencias legales impuestas a un conductor que se niega a someterse a una prueba química (como un alcoholímetro) cuando se sospecha que conduce bajo la influencia (DUI). Estas penalizaciones son independientes de los cargos por DUI y pueden incluir sanciones tanto administrativas como penales.

Los aspectos clave de las penalizaciones por negativa incluyen:

• Suspensión de la licencia: Negarse a realizar la prueba del alcoholímetro generalmente resulta en una suspensión automática de la licencia de conducir. La duración de la suspensión varía según el estado y el número de infracciones:

  • Por ejemplo, en California, una primera negativa conlleva una suspensión de un año, con suspensiones más largas para negativas repetidas (hasta tres años).
  • En Alabama, la primera negativa resulta en una suspensión de 90 días, que aumenta a un año para una segunda negativa y tres años para negativas posteriores.
  • Muchos estados imponen suspensiones que van desde 90 días hasta un año o más por primeras negativas.

• Multas y cargos: Algunos estados imponen multas que van desde unos pocos cientos hasta varios miles de dólares por la negativa. Además, puede haber cargos por reinstauración para recuperar los privilegios de conducir.

• Penalizaciones penales: La negativa puede conllevar sanciones penales más severas si el conductor también es acusado de DUI. Los tribunales pueden considerar la negativa como evidencia de culpabilidad, lo que podría resultar en tiempo de cárcel más largo, multas incrementadas y programas obligatorios de educación sobre DUI.

• Uso como evidencia: Los fiscales a menudo usan la negativa en contra del acusado en el tribunal, argumentando que indica conciencia de culpabilidad o un intento de evitar un resultado positivo en la prueba.

• Impacto en el seguro y empleo: Una negativa puede etiquetar a un conductor como de alto riesgo, lo que lleva a primas de seguro más altas o a la exigencia de un seguro SR-22. También puede afectar oportunidades laborales, especialmente para conductores comerciales o profesiones que requieren antecedentes de conducción limpios.

En resumen, las penalizaciones por negativa son consecuencias legales significativas diseñadas para disuadir a los conductores de evitar las pruebas químicas, abarcando suspensiones de licencia, multas, posibles cargos penales y repercusiones personales y financieras más amplias.