Criminal Charges

Una acusación penal es una acusación formal realizada por una autoridad gubernamental, generalmente un fiscal público o la policía, que afirma que una persona ha cometido un delito. Esta acusación inicia un caso penal en la corte y se documenta en un documento de acusación, que puede adoptar diversas formas, como una denuncia, información, acusación formal, citación o multa de tráfico.

El proceso generalmente comienza con una investigación policial que recopila pruebas, seguida de la revisión de estas pruebas por parte del fiscal para decidir si presenta cargos formales. Una vez que se presentan los cargos, el acusado es llevado ante un juez en una audiencia de lectura de cargos, donde se leen los cargos y el acusado puede declarar su defensa.

Los cargos penales varían en gravedad y generalmente se clasifican en tres categorías:

• Delitos graves (felonías): Los crímenes más serios (por ejemplo, asesinato, robo), que a menudo se castigan con largas penas de prisión o incluso la pena capital.
• Delitos menores (delitos menos graves): Crímenes menos severos (por ejemplo, hurto menor), que típicamente resultan en penas de cárcel más cortas o multas.
• Infracciones: Violaciones menores (por ejemplo, multas de tráfico), usualmente castigadas con multas sin tiempo en la cárcel.

Es importante destacar que ser acusado de un delito es una alegación, no una prueba de culpabilidad. La fiscalía debe probar el cargo más allá de toda duda razonable en la corte antes de que pueda producirse una condena.

Las penas dependen de la naturaleza del cargo y pueden variar desde multas, libertad condicional y servicio comunitario hasta prisión o sanciones más severas para delitos graves.