Evidence Collection

Recolección de evidencia es el proceso sistemático de identificar, reunir, documentar, preservar y transportar materiales físicos, biológicos y digitales que son relevantes para un delito o investigación. Es un paso crítico en la ciencia forense y las investigaciones criminales para asegurar que la evidencia mantenga su integridad y pueda ser utilizada de manera confiable en procedimientos legales.

Los aspectos clave de la recolección de evidencia incluyen:

• Procesamiento y documentación de la escena del crimen: Los investigadores examinan minuciosamente la escena del crimen utilizando fotografía, videografía, bocetos, mapeo y toma de notas para documentar con precisión la escena y las ubicaciones de la evidencia. Se utilizan marcadores de evidencia para etiquetar los objetos de interés.

• Técnicas de recolección: La evidencia se recolecta siguiendo protocolos establecidos para evitar la contaminación o degradación. Esto implica usar guantes y equipo de protección personal, emplear herramientas y contenedores estériles, y empaquetar cuidadosamente los objetos. La evidencia frágil o que se puede perder fácilmente se recolecta primero, y se utilizan contenedores especiales según el tipo de evidencia (por ejemplo, sobres de papel para evidencia seca, contenedores a prueba de fugas para líquidos, latas metálicas herméticas para evidencia de incendios).

• Preservación: Se mantienen condiciones adecuadas de almacenamiento para prevenir la contaminación o deterioro. La evidencia biológica, por ejemplo, requiere un manejo cuidadoso para evitar daños por el clima o manipulación. La evidencia húmeda puede almacenarse temporalmente en plástico, pero debe secarse y reempaquetarse rápidamente para evitar moho o degradación.

• Uso de tecnología: La recolección moderna de evidencia emplea cámaras digitales, escáneres 3D, análisis de ADN y herramientas de informática forense para mejorar la precisión y el detalle en la documentación y análisis de la evidencia.

• Cadena de custodia: Registros detallados y etiquetado aseguran que la evidencia pueda ser rastreada desde la escena del crimen hasta el análisis y la presentación en la corte, manteniendo su admisibilidad legal. Esto incluye la correspondencia de descripciones, fotografías y registros de inventario para prevenir alteraciones o pérdidas.

• Manejo especializado de evidencia: Ciertos tipos de evidencia, como armas de fuego, requieren procedimientos específicos como descargarlas, empaquetarlas de forma segura y marcarlas según los protocolos de la agencia para garantizar la seguridad y la integridad.

En resumen, la recolección de evidencia es un proceso meticuloso y regulado legalmente diseñado para preservar el valor probatorio de los materiales relacionados con un delito, asegurando que puedan resistir el escrutinio en investigaciones y procedimientos judiciales. Combina un manejo físico cuidadoso, documentación exhaustiva y tecnología moderna para mantener la integridad de la evidencia desde la escena hasta la sala del tribunal.